Dentición
La población de fisurados presenta un mayor porcentaje de afectación dentaria que la población sana. Entre la diversa patología que pueden presentar las más frecuentes son:
1. Caries: que pueden aparecer desde edades muy precoces. Se debe tanto a la hipoplasia del esmalte como a un aumento de la proliferación bacteriana en relación al uso de dispositivos ortodóncicos.
2. Enfermedad periodontal: que se presenta con un engrosamiento de las encías, con sangrado frecuente y halitosis.
3. Cambios de número, forma, tamaño, color o retraso de aparición de piezas dentarias, que afecta con mayor frecuencia a los incisivos laterales del lado de la fisura.
4. Alteración en la oclusión: los pacientes afectos de FLP tienen con mayor frecuencia un menor crecimiento (hipoplasia) del maxilar superior, que puede originar una oclusión dental anómala. El tratamiento en estos casos suele ser ortodóncico aunque, en aproximadamente un 25% de los casos, será necesaria cirugía para la correcta posición de las arcadas dentarias (Cirugía ortognática)
Recomendaciones básicas para el cuidado dental del niño fisurado:
- Insistencia en la higiene dental y periodontal, del niño y de la familia.
- Crear hábitos alimentarios saludables, evitando la ingesta de alimentos con alto contenido en azúcar.
- Uso de antisépticos (Clorhexidina) mientras se estén empleando dispositivos ortodóncicos.
- Suplementos de Flúor.
- Revisiones por el dentista infantil a partir de los 2 años, cada 6 meses.
Injerto óseo alveolar
El injerto óseo alveolar consiste en el relleno de la zona de la encía con hueso para dar continuidad al maxilar, que también se encuentra fisurado.
¿Qué beneficios aporta?
- Permite la salida de los dientes o la colocación de un implante en la zona de la fisura.
- Da una mayor estabilidad a los dientes adyacentes a la zona.
- Cierre de la fístula oronasal que en la mayor parte de los casos aún persiste.
- Da mayor estabilidad al ala nasal
Fuente: SOCEFF