Aspectos psicológicos
Tras la venida de una persona fisurada, se van a generar en cualquier familia una serie de cambios relacionados con los proyectos y expectativas que van a sucederse. En los casos en que nace con una malformación congénita, como la Fisura Labiopalatina, el impacto del cambio resultará mucho más drástico.
Uno de los objetivos más importantes para el cirujano es conseguir una adaptación de la persona su entorno lo más normal posible, tanto con cirugías resolutivas, como minimizando el número de las mismas. Sin embargo, en ocasiones, dados los cambios de la imagen corporal y los problemas de pronunciación que pueden encontrarse, las personas afectadas pueden sentir cierto rechazo o inseguridad, y un empobrecimiento de su autoimagen corporal. Para que una persona se desarrolle sana y feliz necesita una estimulación adecuada del lenguaje para poder comunicarse con el resto de la sociedad y ser tratado como una niña/o «normal» para desarrollar su propia identidad, sentirse querido y adaptado.
La persona que nace con una malformación congénita no se siente «defectuosa», sino que es el entorno y, especialmente, el más cercano, quienes se lo hacen percibir. Si la persona crece en un ambiente de aceptación y cariño, crecerá y se desarrollará como una persona normal.
Las familias pueden influir en la socialización de la persona afectada de diversas maneras:
1. Ofreciendo amor y cuidados.
2. Actuando como ejemplo en el que él pueda identificarse.
3. Corrigiendo y enseñando.
4. Participando en la construcción del concepto del yo.
Fuente: SOCEFF